Contrariando la versión del Ejecutivo, que las protestas en Lima se han minimizado, los dos últimos días dos localidades de las zonas aymaras han enviado refuerzos a la capital, Lima, ante el retorno de algunas delegaciones que estuvieron más de tres semanas allá.
En la víspera se hizo una permuta en el distrito de Acora, donde llegaron 64 comuneros que participaron en las movilizaciones y protestas cotidianas, exigiendo la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, lo que conllevará a elecciones de emergencia, así como referéndum para la Asamblea Legislativa.
Los denominados «Guerreros de Acora», contaron las peripecias y maltratos que sufrieron en la capital, sobre todo el racismo y brutal represión policial.
Uno de ellos contó que eran gaseados indiscriminadamente y que la Policía detuvo a algunos manifestantes, acusándolos injustamente de disturbios que no cometían. Reconoció que adelante de las marchas siempre eran comandados por reservistas y jóvenes que hacían frente a la Policía, pero que los piquetes puneños se movilizaban con sus banderolas y eran los que recibían gases lacrimógenos de manera furtiva.
«Los policías ni siquiera permitían que los hermanos de la capital nos entreguen su apoyo, alimentos. A ellos también los trataban como manifestantes. Nos han tratado mal, en Lima hay mucho racismo, la Policía nos cholea, nos dicen que nos vayamos a Bolivia, a Cuba, Venezuela», contó uno de ellos que pidió no ser identificado.
VOLVERÁN
“Esto no significa que nos hemos dado por vencidos, queremos decirle a la población en general que la lucha continúa y que no desmayaremos en la lucha ya que han partido más de 120 hermanos de Acora en relevo de nosotros. Nuestros pulmones están cansados de tragar tanto gas, hemos venido a descansar un poco, luego con gusto volveremos», dijo.
DE JULI Y POMATA
Asimismo, otros contingentes partieron desde la provincia de Chucuito – Juli, y también de Pomata. Por seguridad pidieron que no se divulguen otros datos, ya que en el camino son acosados por la Policía.
SE ALISTAN MÁS
Sumados a estas delegaciones que partieron rumbo a Lima, los pobladores acoreños anunciaron que se viene alistando otro grupo numeroso que sobrepasaría los 200 integrantes.
EXTREMAN BLOQUEOS
La incursión de militares en la zona sur de la región ha encendido las alarmas en las diversas comunidades aymaras de la zona sur de la región que estos días han radicalizado los bloqueos en la carretera desde Puno a Desaguadero.
Sin Fronteras contó 23 piquetes desde Ichu hasta el desvío de Huacullani, en el ingreso a la ciudad de Juli. La pista permanece anegada de piedras, montículos de tierra, llantas quemadas, hasta carrocerías viejas.
MUY ALERTAS
Los aymaras se han organizado de tal manera que cada piquete es custodiado por diferentes sectores y comunidades, las que tienen la instrucción de no enfrentarse a las fuerzas del orden, ya sean militares o policías.
Inclusive, dicen, les van a permitir limpiar las pistas, pero apenas den la vuelta, volverán a cerrarlas.
¡AYMARA NO SE RINDE!
«Cada comunidad ya sabe, los que hacen vigilia deben dar aviso, de inmediato se debe ir al lugar y cuando estén a una distancia prudente, se volverá a bloquear. Estos días vamos a colocar enormes piedras, rocas. Qué nos van a ganar, ellos podrán ser 200, 300 nosotros somos mucho más y estamos a cada paso, el aymara no se rinde, Dina Boluarte tiene que renunciar, no nos daremos por vencidos», dijo un teniente gobernador del trayecto arriba mencionado.