Tal como se acordó, ayer parecía un sábado común y corriente. La ciudad de Puno recobró sus actividades, pero con más incertidumbre y sorpresas.
El transporte público de pasajeros desde y hasta los distritos de la provincia: Chucuito, Platería, Acora, Laraqueri, Alto Puno, Jayllihuaya, Salcedo se reactivó en su totalidad.
De igual forma, los mercados y negocios que operan en la ciudad de Puno, así como la tradicional «Feria Sabatina» volvió a atender, acogiendo a más clientela de lo debido, aunque las ventas no se replicaron en esa magnitud.
TREGUA, DOS DÍAS
Empero esto no fue porque se levantó el paro indefinido reiniciado el 4 de enero, sino solo fue una tregua que los dirigentes acordaron para que los pobladores adquieran productos de primera necesidad, con la lógica de abastecerse y seguir con las luchas que se retoman mañana lunes.
Las amas de casa se toparon con una ingrata realidad en los mercados y ferias. Todos los productos sufrieron un alza en sus precios y en algunos casos la variación fue alarmante.
La cebolla que antes costaba en promedio a S/ 1.5 el kilo, subió a S/ 2.5; el tomate alcanzó los S/ 9 soles el kilo, similar al kilo de limón, aunque el fresco se ofertaba a más precio. El zapallo a S/5, alverja a S/ 10, y el queso de paria ya bordea los S/ 20 soles.
Las carnes sufrieron un escandaloso incremento, a pesar de que este procede en la región. El cachi (con hueso), a S/ 22 y el bistec desde S/ 28.
PASAJES, IGUALES
En el terminal interdistrital de combis, en la Plataforma Romep, del jirón Banchero Rossi, lucía con poca afluencia que la debida, a pesar que los pasajes no sufrieron incremento.
Los transportistas indicaban que las carreteras a sus destinos aún permanecían bloqueadas y que apenas lograron habilitar un paso. En algunos tramos como el que conduce a Laraqueri (carretera Puno – Moquegua), esta está rociada de piedras y deben hacer pericias para llegar a sus destinos.
Los pasajeros y choferes recuerdan que lo de ayer solo es una tregua, que el paro continuará desde el lunes. Ellos con conscientes del desgaste social y económico, pero indican que las palabras de la presidenta Dina Boluarte, los reconforta. Ellos exigen una solución inmediata.