Lima se ha convertido en el punto central de las movilizaciones que desde la semana pasada exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y en contra del Congreso cuyos miembros quieren quedarse en el poder, ante el clamor de elecciones de emergencia.
Cientos de personas de diversas regiones del Perú llegado a la capital para mostrar su rechazo por las 54 muertes registradas por la represión policial y militar.
Estos días persisten los piquetes de Arequipa, Cusco, Apurímac, Huancavelica, Madre de Dios y otras regiones.
Desde ayer comenzaron a sumarse los provincianos que viven en la capital, naturales y con ascendencia en las regiones donde mataron a sus hijos.
Así, la colonia puneña coordinó con sus hermanos del distrito de Puente Piedra. Más de mil manifestantes tomaron la Panamericana Norte, a la altura del mercado Unicachi, en Pro. Los puentepedrinos ocuparon las tres vías de la carretera, interrumpiendo en tránsito. Algunos comercios aledaños a la ruta han cerrado.
Como ha sucedido días atrás, la Policía los dispersó con gases lacrimógenos en su intento de llegar al Congreso.