Durante cuatro horas estuvo sumergido el cadáver de la pequeña Esmeralda, quien con solo 4 meses de edad habría sido asesinada por sus padres, quienes llegaron desde Santa Rita de Siguas para visitar a un familiar en el distrito de Quequeña.
Todo inició la mañana del último domingo, cuando Juan Carlos López Vargas (34) y su conviviente Belén Chani Cahuana (36) llegaron a la vivienda de su cuñado Ysaac Huarcapuma, ubicada en el sector 5 de la asociación Peregrinos de Chapi (Quequeña). La pareja estaba acompañada de sus tres hijos: dos varones de 16 y 4 años y la pequeña Esmeralda de solo 4 meses.
La noche del domingo ellos se pusieron a beber licor hasta el día siguiente. Recién a las 10:45 horas del lunes una vecina solicitó la presencia de la policía en el inmueble porque oyó gritos de una mujer. Tras llegar los agentes vieron el cuerpo de una bebé sumergida en un pozo de agua que estaba en los exteriores del inmueble.
Cuando los policías tocaron la puerta, de la vivienda salió Juan Carlos, quien reconoció el cadáver de su hija. A los segundos también salió Belén, quien se puso a llorar y entró en un cuadro de depresión. Ambos aún estaban ebrios, igual que el propietario del inmueble.
Los agentes tras observar que la víctima era muy pequeña para poder desplazarse detuvieron a los padres por un presunto caso de parricidio. El cuñado de ambos, con quien bebieron licor, también fue detenido.
Tras los exámenes de necropsia se supo que la pequeña murió ahogada y estaba sumergida en el agua por más de 4 horas. Según una vecina, Belén le gritaba a su conviviente: “Tú la has tirado y matado a mi hija”.