Tras entender que no podría contener a la multitud de manifestantes que llegan a Lima para protestar, ayer la presidenta Dina Boluarte, anunció que no se les obstaculizaría el paso en las carreteras -como ocurrió en Pisco con centenares provenientes de Huancavelica-, y les abrió las puertas de la ciudad, exigiendo que protesten de manera pacífica.
Docenas de manifestantes, procedentes de distintos puntos del país, tienen previsto concentrarse en la capital desde hoy para participar en la denominada ‘Toma de Lima’.
A un día de la movilización, la presidenta Dina Boluarte dijo que los manifestantes pueden llegar a la capital, pero en “paz” y “calma”.
“Tendemos una vez más nuestras manos y corazones a aquellos compatriotas que salen a las calles para expresar sus reclamos pacíficamente: Aquí estamos para escucharlos”, aseveró la mandataria.
Así, formuló una invitación para reunirse en Palacio de Gobierno, con el objetivo de oír el pliego de reclamos, pero adelantó que su renuncia y asamblea constituyente son inviables.