Evocando aquel «jueves negro» de junio del 2011, cuando se produjo la asonada del «Aymarazo», anoche se produjo una asonada casi similar.
Una incontrolable turba también atacó el almacén central de Aduanas Puno, ubicado en el barrio Santa Rosa, el mismo que hace más de una década también fue incendiado luego de ser saqueado.
Desde las 19:00 horas se intensificó el asedio que se había iniciado una hora antes. Cuando a bordo de vehículos huyeron algunas personas que cuidaban los almacenes, fue cuando la muchedumbre ingresó a pesar de que la Policía lanzaba abundante gas lacrimógeno.
En las imágenes a las que accedimos, se observa cómo la multitud sale cargando cosas y adentro se oye la detonación de bombas y acaso perdigones.
ERAN DE LA CIUDAD…
Hay que precisar que durante los actos vandálicos no se vieron personas con rasgos ni vestimentas de la comunidad, por lo que se descarta a priori, que sean aymaras.
Según los testigos y la propia Policía se trataría de vecinos o ciudadanos de otros barrios cercanos, que llegaron en bicicletas y hasta triciclos.
Del mismo modo que en el junio de 2011, anoche también incendiaron el almacén, para que cunda el descontrol. Pasadas las 21:00 horas, los policías se replegaron, ya que el gentío ingresaba y también los atacaba.
ATENTADO EN ILAVE
Desde las 18:00 horas, decenas de aymaras sitiaron la Comisaría de Ilave, el asedio era constante, con pedradas, por ambas esquinas. La Policía intentaba no entrar en provocaciones, por lo que no respondían.
A eso de las 20:00 horas, otro grupo numeroso, de unas 200 personas, se dirigieron a la esquina del jirón Ica, a escasas cuadras de la Plaza de Armas. La casa color azul pertenece al congresista Jorge Flores Ancachi, la misma que en plena protesta ya fue ‘señalada’. El fin de semana, quemaron llantas afuera, como advirtiendo lo que vendría.
Primero, ingresaron algunos vándalos, aprovechando que allí solo viviría un vigilante. A oscuras acudieron a las habitaciones del primer y segundo piso, quizás buscando cosas de valor.
Cuando la gente de afuera gritaba ¡Apúrense, ya viene la Policía!, estos salieron a los pocos minutos comenzaron a notarse lenguas de fuego por las ventanas.
Para las 21:20, toda la casa ardía pavorosamente. Los que ocasionaron el atentado, huyeron por diferentes calles.
En la cuadra viven los familiares del parlamentario, por lo que apenas los atacantes se fueron acudieron a sofocar las llamas con extintores. Según los vecinos, estos ingresaron por las casas aledañas, a las 22: 20h, el incendio ya había sido controlado.
