Tras toparse con el desplante de las principales autoridades de la región y al no lograr contacto con los dirigentes visibles que convocan el reinicio del paro indefinido desde mañana, ayer el ministro del Interior, Víctor Rojas Herrera, anunció que la “Marcha por la paz” no se realizará y que no se movilizaría personal policial en ella.
Como se sabe, la semana pasada el general PNP Omar Bravo Cáceres, jefe de la X Macrepol Puno, ofició a diversas instituciones civiles y privadas para que participen en esa manifestación, que se cumpliría hoy a nivel nacional.
El 16 de diciembre, en pleno paro se notaron concentraciones con pancartas que llamaban a la paz, pero luego se supo que la mayoría eran policías vestidos de civil.
Dichas manifestaciones buscaban contrarrestar los anuncios del reinicio de las protestas contra el Gobierno y el Congreso anunciadas desde mañana. El mismo ministro admitió que habían decidido no realizarla ni convocarla.
“Esta marcha ha quedado suspendida, se trató de hacerlo en coordinación con nuestra Dirección de Seguridad Ciudadana y los vecinos. […] Se ha suspendido la marcha, la Policía no va a participar de la marcha”, declaró.
Quizás la decisión la tomó porque el artículo 34 de la Constitución prohíbe a las Fuerzas Armadas y Policías participar en movilizaciones. El artículo 169 precisa que ellas no son deliberantes.
Rojas Herrera admitió que no logró reunirse con dirigentes para exhortarlos a la calma, pero que el domingo lo hizo con el alcalde de Juliaca, Óscar Cáceres, luego de asumir el cargo.
El funcionario del Interior, aceptó que sí se dispuso a la Policía que libere las pistas bloqueadas e insistió en llamar a la calma.
Según precisó Rojas Herrera, la cancelación de esta marcha se ha realizado “en aras de seguir manteniendo la paz”.
«Si hay organizaciones sociales que persisten, que lo hagan, pero lo estoy anunciando, la Policía no participará», indicó y no aceptó que los policías en la marcha anterior «terruqueaban» a los manifestantes.