Más de 2.500 familias ganaderas están a punto de quebrar debido a la suspensión del acopio de leche fresca por parte de la empresa Gloria. Las pérdidas acumuladas en doce días, desde que la planta de la empresa ubicada en La Joya dejó de funcionar por los ataques de manifestantes que piden el cierre del Congreso y nuevas elecciones, ya superan los 48 millones de soles.
De acuerdo a Gianni Simoni, presidente del Consejo Regional de la Leche de Arequipa, en la región hay 7.500 familias dedicadas a la producción de leche. Sin embargo, de estas solo 5.000 tienen los recursos para soportar la crisis que originó el bloqueo de carreteras: el no acopio de la leche.
El resto de ganaderos, que producen en menores cantidades y se ubican en las zonas más alejadas de Santa Rita de Siguas y El Pedegral, están a punto de quebrar si es que en los próximos días no se les vuelve a acopiar su leche.
Para evitar esta situación, Simoni informó que coordinaron con la compañía Gloria, que recepciona el 80% de leche en Arequipa. Tras el desbloqueo de la Panamericana Sur el último lunes, la empresa comenzará a acopiar la leche para procesarla en la planta ubicada en Arequipa ciudad, y de ser necesario en la planta de Huachipa.
En esa línea, este lunes se acopió el 70% de leche fresca a los ganaderos de El Pedregal, La Joya, Santa Rita de Siguas y de la campiña de Arequipa, y esperan acopiar el 100% del líquido lácteo en los próximos días.
Sin embargo, mientras se regularizan las operaciones, decenas de ganaderos indican que ya no saben qué hacer con su leche, puesto que tienen que retirarla sí o sí de las vacas porque corren el riesgo de que les dé mastitis. En ese línea, es que los primeros días los ganaderos vendieron la leche entre S/1 y S/1.50 en jurisdicciones aledañas para recuperar los costos de producción que alcanzan S/1.80 por litro, pero tras varios días la gente ya no compraba.
Probaron con la fabricación de quesos, pero los comerciantes no quieren comprarles porque hay demasiado stock en los mercados. Es así que no les quedó más opción que regalarla a la población en las calles o arrojarla a la tierra.