Una comitiva del Ejecutivo llegó este martes a la Ciudad Blanca para acordar acciones frente a las constantes protestas que se vienen presentando en los últimos días para exigir el cierre del Congreso de la República y el adelanto de elecciones. En la reunión con autoridades locales, se decidió declarar a la región Arequipa en estado de emergencia.
El ministro del Interior, César Cervantes, y el ministro de Defensa, Alberto Otárola, anunciaron que con la declaratoria de emergencia, que durará 30 días con posibilidad de ampliarse, la Policía Nacional del Perú tendrá el apoyo de las Fuerzas Armadas para recuperar el orden público.
Otárola explicó que esta medida busca mantener la calma y sobre todo proteger la “vida e integridad de los ciudadanos”. En esa línea, comentó que la declaratoria pretende cuidar los bienes privados y públicos, así como habilitar el tránsito en varias carreteras, como la Panamericana Sur.
Señaló también que están tomando la decisión de declarar en emergencia la red vial nacional porque en el país existen diversos focos de protesta que están impidiendo el libre tránsito.
Además, el funcionario indicó que se entablará un diálogo con las organizaciones que estarían detrás de las protestas, para instalar una mesa de trabajo. «Hemos identificado que algunos de los protestantes tienen vínculos con el terrorismo y vamos a castigarlos».
La autoridad recalcó que, de ser necesario, si no paran los disturbios, ellos u otros funcionarios regresarán a la ciudad las veces que sea necesario.
A la reunión también asistió la gobernadora Kimmerlee Gutiérrez y alcaldes de Arequipa.