Un total de 1.200 alumnos de la institución educativa Politécnico Rafael Loayza Guevara estudian en aulas prefabricadas que datan desde el 2001 y que no cuentan con las condiciones mínimas para albergar a los estudiantes.
Lo peor es que el colegio no puede ser intervenido por el Ministerio de Educación (Minedu) hasta que el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) realice el expediente técnico para remodelar la institución.
El politécnico, ubicado en el distrito de Mariano Melgar, es un colegio secundario público, que además de inculcar aprendizajes de nivel secundario, prepara a los alumnos en programas técnicos y cuenta con 10 especialidades. Es decir, egresan con su certificado de estudios y una certificación técnica, lo cual les permitir emplearse de manera más rápida.
Sin embargo, estos aprendizajes son dictados en ambientes inadecuados y que exponen la salud de los alumnos. De acuerdo al director del colegio Orlando Morales, todo el establecimiento está en pésimas condiciones, salvo dos pabellones que fueron intervenidos en 2005. El resto de espacios, como son las 16 aulas prefabricadas, que fueron colocadas tras el terremoto del 2001, ‘están para botar’.
Morales detalló que dichas aulas iban a ser utilizadas de manera temporal por 4 años, pero ya van 22 años y ahora presentan visibles deterioros en los techos, donde hay agujeros; sistemas eléctricos expuestos y paredes cubiertas con triplay para subsanar las fallas. Esto sin contar que durante el día los alumnos se sofocan por los techos de calamina, y los del turno de la noche padecen de frío.
En diciembre de 2021, funcionarios del politécnico viajaron a Lima y se reunieron con el exministro de Educación, Carlos Gallardo. En ese momento, Gallardo gestionó una mesa de trabajo con técnicos del Programa Nacional de Infraestructura Educativa, concluyendo que se requería un perfil técnico con financiamiento local para iniciar la reconstrucción.
Frente a esta demanda, y desde hace cuatro años, han enviado 3 requerimientos al GRA; el último fue este año, cuando se reunieron con la gobernadora Kimmerlee Gutiérrez, y se tuvo la promesa de una inspección del lugar, pero nunca se realizó.