El equipo de transferencia de la próxima gestión de la Municipalidad Provincial de Tarata advirtió al Gobierno Regional de Tacna que el proyecto Vilavilani II es inviable y tendrá que ser desactivado.
“Los recursos correspondientes del saldo de obra deberán ser utilizados en proyectos de la Ley Tarata que esperan setenta años”, señaló el alcalde electo Kenny Menéndez Copaja.
Según explicó, hará lo posible para desactivar la obra regional. “Además de nuestra total oposición, es necesario que la región paralice todo trámite respecto a este proyecto”, advirtió la próxima autoridad municipal tarateña.
Dijo que su primera gestión será buscar los recursos en el gobierno regional y el Ministerio de Vivienda para modernizar los servicios de agua y alcantarillado en Tarata.
“Es una aberración que con tanta historia y cultura tengamos agua con un sistema desfasado de tuberías de fierro oxidado. Retomaremos el proyecto y tocaremos puertas de la región y el Ministerio de Vivienda. Posteriormente podrá ejecutarse pistas y veredas y así vendrán inversiones en turismo, hoteles y restaurantes”, remarcó Menéndez.
“Para cumplir el cierre de brechas en saneamiento, carreteras, educación y la agricultura se requiere un presupuesto de 350 millones de soles”, aseveró.
El próximo alcalde de Tarata señaló que los proyectos de la provincia esperan desde el año 1950. “Hasta la actualidad no tenemos el saneamiento de agua y alcantarillado. Pondré toda mi capacidad como ingeniero civil para los esfuerzos necesarios”, señaló.
Más adelante, dijo que en coordinación con el Club Tarata y la sociedad civil se trabajan actividades para celebrar el centenario de la reincorporación de Tarata a la heredad nacional el 2025.
“El Estado nos dejó de lado durante muchos años, tanto en la parte política como en la distribución del canon”, señaló Menéndez.