Un asesinato a sangre fría se registró la noche del último domingo en las inmediaciones del cementerio de Ilave.
Una mujer yacía en el suelo, en medio de un charco de sangre, producto de tres disparos a quemarropa que acabaron con su vida.
El cuerpo fue abandonado a la altura de la intersección del jirón Bolognesi con la avenida Circunvalación, en el centro de la ciudad collavina.
Según los peritos de Criminalística, la mujer recibió los proyectiles en el cráneo, espalda y abdomen, quizás para asegurar el crimen.
Luego de las diligencias de ley y pesquisas en el lugar, el cadáver fue internado en la morgue de Ilave, mientras que los policías recababan información de los vecinos y curiosos.
Horas después, ella fue identificada como Maridza Wiqui Choque (34). Los agentes recibieron datos de que un sujeto con quien habría discutido horas antes pudo haber tenido conexión con el asesinato.
Los efectivos de Criminalística fueron en busca de Guido Geofrey Flores Flores (37), y lo detuvieron bajo sospecha de que sería el homicida.
Trascendió que el sujeto negó tener participación en el hecho de sangre, pero habría entrado en algunas contradicciones, por lo que se le realizó la prueba de absorción atómica para determinar si disparó un arma de fuego y análisis de luminol en su cuerpo a fin de encontrar huellas de sangre.
La Policía no descarta que se trate de un crimen pasional, pero no tampoco que sea un ajuste de cuentas. El caso se investiga con mucho hermetismo.
Aunque no revelan los avances de las pesquisas, nos enteramos que se allanó la vivienda donde residía el detenido, situada en el jirón 4 de Junio 244, barrio San Martín, no hallando vinculación con el asesinato.