Arequipa se está convirtiendo en un lugar donde las extorsiones son pan de cada día, y los empresarios, por temor a las represalias, ya estarían pagando ‘cupos’. “Plata o plomo”, son las palabras que se han transformado en dos opciones: una es pagar a los extorsionadores; la otra, prepararse para que su negocio sea el blanco de balas o de objetos peligrosos dejados en la puerta.
En las últimas 24 horas nuevamente se registraron 7 denuncias por extorsión.
El comerciante Martín S. H. (32) recibió llamadas y mensajes de audios donde los desconocidos le indicaban que se le alinee. «Temo por mi familia y mi negocio».
Otro es el caso de Maroni V. G. (39), dueña de un reconocido restaurante; a ella le pidieron 300 soles o de lo contrario le meterían plomo, y que le estaban llamando de la organización criminal Tren de Aragua.
Mientras que José P. F. (46) contó que pagó 500 soles hasta en tres oportunidades, pero que los hampones lo seguían amenazando y pidiendo dinero.
Así como ellos, muchos empresarios son obligados a pagar cupos que van desde los 5 soles diarios. Muchos no hacen las denuncias. Por ese motivo, la Policía señala que es difícil conocer la cantidad de extorsiones que se producen por día.