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Policía ebrio provocó choque frontal

El auto pudo caer al abismo. Policía se salvó de milagro.

El auto pudo caer al abismo. Policía se salvó de milagro.

Pasada la medianoche una combi cargada de pasajeros fue impactada frontalmente por un moderno auto que invadió el carril contrario. El violento choque lo protagonizó el automóvil marca Nissan, modelo Kicks de placa V9V-205, color naranja metálico, que se estrelló a gran velocidad con la combi que había partido de Puno hacia Juliaca.

Según uno de los testigos, la unidad de transporte de pasajeros circulaba a poca velocidad debido a que ascendía la cuesta a la altura del puente Carabaya, pasando la garita policial Huáscar. “Fue imposible evitar el choque, por más que el chofer frenó en seco, el auto se estrelló”, expresó.

Tras el violento impacto, cuatro pasajeros resultaron gravemente heridos, sobre todo una dama que iba en el asiento delantero de la combi y el piloto del automóvil. Personal de Serenazgo y agentes de la Comisaría Huáscar, los evacuaron al Hospital Manuel Núñez Butrón; la dama por un posible TEC fue auxiliada a una clínica particular.

POLICÍA EBRIO

El auto era conducido por el SO3 PNP Edder Martín Flores Rivera, quien se encontraba en evidente estado de ebriedad y con severas lesiones en su pierna izquierda. La combi era piloteada por Jaime Incacutipa Limachi (53) el mismo que resultó con contusiones. Al cabo de dos horas, este último fue sometido a dosaje etílico, arrojando negativo.

Empero los colegas del policía hicieron que, aún no habiendo un médico de turno en el HMNB, le suministren dextrosa vía venosa, quizás para atenuar la densidad del alcohol en su sangre.

Tras las quejas del chofer de la combi y su esposa, recién al promediar las 6 de la mañana –más de 5 horas después del accidente-, un agente policial al lado de una enfermera, le extrajeron la sangre para someterla al examen etílico. Trascendió que los resultados arrojaron positivo.

DE SERVICIO

Fuentes de la Policía confirmaron a Sin Fronteras que Edder Flores Rivera no debería estar conduciendo ni mucho menos en ese estado, pues desde el día 31 de julio se encontraba de servicio en la Delegación de Azángaro y no llegó a formar desde el sábado.

El comisario, comandante PNP Juan Carlos Placencia, trató de excusarlo. Confirmó que en efecto estuvo falto al servicio, pero que el domingo 31 de julio recibió una llamada de dicho efectivo, a eso de las 7 de la mañana, manifestando que llegaría con retraso. “Entonces dispuse, si vas a llegar tarde, mejor te traes el dosaje etílico de Juliaca y vienes… ahora veo que no llegó por el accidente, indicó el oficial, quien sostuvo que Inspectoría de la PNP determinará sus responsabilidades y sanciones.

Este mal policía enfrentará cargos contra la seguridad pública, peligro común y conducción en ebriedad.

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