El rector de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA), Hugo Rojas Flores, recibió solo dos obras de la gestión anterior, con un buen grado de avance en su ejecución; sin embargo, debido a la mala gestión de sus funcionarios, hoy esas dos obras se encuentran con contrato resuelto efectuado por sus contratistas, perjudicando a la comunidad universitaria. Y lo más lamentable es que la UNSA mentiría en sus comunicados generando una falsa expectativa en la población.
Por ejemplo, en el caso de la obra “Creación de los Servicios de Extensión Universitaria de Camaná”, la UNSA, mediante el comunicado N° 026-2022 de su subdirección de Infraestructura, manifiesta que fueron ellos quienes resolvieron el contrato de obra, que habían aplicado penalidades al contratista y que van a convocar a los siguientes postores para culminar la obra en un plazo máximo de 4 meses.
Pero según la información obtenida por este diario, fue la contratista quien resolvió el contrato el 10 de junio de 2022. Además, con respecto a la aplicación de penalidades y la contratación de los siguientes postores para terminar la obra en 4 meses, esto también sería falso.
Sucede que la UNSA ha sido notificada el miércoles 23 de junio de 2022 con una medida cautelar, ordenándole que no realice ningún acto como formular su expediente de saldo de obra, o que convoque-contrate a los postores, o que licite el saldo de obra, hasta que el caso se resuelva por la vía arbitral.
Sabemos que un proceso arbitral demora entre 2 a 3 años en resolverse, por eso es que la universidad no podrá cumplir con terminar la obra, como ha indicado, en el plazo de 4 meses.
De igual forma, indagamos sobre si habrían realizado el pago de las valorizaciones en su oportunidad, como lo indica el comunicado, pero ahora sabemos que no fue así, ya que en todo el transcurrir de la ejecución de la obra han venido pagando todos los meses con demora de hasta un mes de diferencia, y deben a la fecha valorizaciones de marzo, abril y mayo del contrato principal y de adicionales, según indicaron trabajadores de la contrata, ocasionando que el contratista no pueda pagar a los trabajadores por falta de liquidez.