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Pacientes a la espera de una cama en pasillos de hospital

Pacientes tienen que hacerse operar en clínicas particulares y pagar altos costos.

Pacientes tienen que hacerse operar en clínicas particulares y pagar altos costos.

Decenas de pacientes que están a la espera de una intervención quirúrgica en el hospital Honorio Delgado, por males que los aquejan desde que comenzó la pandemia de la covid-19, deben esperar en los pasillos del área de cirugía por varias horas hasta que se desocupe una cama y puedan ser ingresados. Sin embargo, la espera desde el último lunes se ha prolongado aún más porque el único equipo que esteriliza el material que utiliza el personal médico para realizar las cirugías dejó de funcionar.

Octavio Chirinos, miembro del equipo de Cirugía del nosocomio, detalló que si habitualmente el hospital solo programaba operaciones en el turno de la mañana por falta de personal técnico y de enfermería en el turno de tarde y noche, ahora este horario también se ha visto afectado porque el equipo de autoclave, que esteriliza el material, no tiene fecha de funcionamiento.

Como consecuencia de esta situación, las cirugías programadas han tenido que ser pospuestas y solo se está interviniendo desde el último jueves a pacientes con cuadros graves. Estos han sido operados gracias a que el Instituto Regional de Enfermedades Neoplásicas (Iren Sur) y el hospital Goyeneche permitió esterilizar el material quirúrgico del Honorio Delgado.

Sin embargo, este servicio es limitado porque dichas instituciones primero deben preparar su material para atender sus necesidades.

De momento, son 180 pacientes a los que se les ha modificado su programación para días después de su fecha de operación.

Cabe recordar que estos usuarios han tenido que esperar más de dos meses para conseguir una cita y ser intervenidos quirúrgicamente. En tanto que hay otro grupo de pacientes que, pese a estar mal, no han sido programados por falta de equipos y trabajadores, y deben seguir en evaluación.

MÁS PROBLEMAS

El galeno señaló que además de los equipos malogrados hay otros problemas que aquejan al personal de salud y a los pacientes; por ejemplo, la falta de medicamentos.

Actualmente, el stock de farmacia tiene una cobertura de 61%, es decir hay un 40% de medicamentos y reactivos que no están disponibles en el nosocomio y la población se ve obligada a adquirirlos en boticas privadas a un costo mayor.

La alimentación es otro problema del nosocomio. Los trabajadores denuncian que las dietas no son balanceadas y los platos solo están compuestos de carbohidratos.

«En el comedor sirven papa y arroz con colorante y ninguna proteína en el plato, y así dice el director que no pasa nada en nuestro hospital», refirió Chirinos.

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