Hasta el hospital Honorio Delgado Espinoza llegó una adolescente de 17 años quien se tomó pastillas abortivas para provocar la muerte del bebé que llevaba en el vientre.
La adolescente, con 34 semanas de gestación, tras ingresar al nosocomio, confesó a los galenos que no deseaba ser mamá, por lo que se tomó pastillas abortivas.
Ella tuvo que ser sometida a una operación debido a que su feto no presentaba latidos fetales y había sufrido desprendimiento prematuro de placenta.
El caso es investigado por personal del área de Homicidios de la Divincri para determinar responsabilidades. A la mujer le faltaba poco para dar a luz.