En la víspera decenas de personas protestaron para exigir el cambio de lugar del Terminal Terrestre Túpac Amaru, ubicado en el cetro de Juliaca, ya que generaba madrugadoras molestias a los vecinos, además de generar actos vandálicos con brutales enfrentamientos entre transportistas.
Un fuerte contingente policial rodeó las instalaciones ante eventuales conflictos. La medida de lucha se levantó tras la intervención de funcionarios municipales, miembros de la Fiscalía y Defensoría del Pueblo.
Sin embargo, el piquete de uniformados vigiló ese terminal en la noche y para sorpresa de los vecinos, ayer proseguían sitiados.
«Nosotros solo cumplimos órdenes», respondió uno de los uniformados que se mantenía vigilante.
La ciudadanía que a diario toma combis que van a Puno y viceversa, recriminaban a los policías.
«Han violado a una mujer y cuando su marido pidió ayuda a los policías, no han querido actuar, pero acá se mosquean», expresó don Martín, quien dijo vivía en un parque que es invadido por las minivanes que van a Arequipa y salen de ese terminal.
El dueño, Napoleón López, admitió en Radio La Decana, que percibe 30 mil soles mensuales por el alquiler de las rampas. ¿Con parte de ese dinero gestiona el cuidado policial?