La subasta pública vehicular realizada ayer inició de forma accidentada, debido a que cientos de participantes no pudieron ingresar al Coliseo Arequipa, local donde se realizó la actividad organizada por la Municipalidad Provincial de Arequipa, a pesar de que días antes adquirieron la carpeta informativa que acreditaba su participación.
Algunos ciudadanos alegaron que formaron colas en la parte posterior del coliseo y no pudieron ingresar. Otros detallaron que llegaron tarde a causa del tráfico y que no estaban informados de que las puertas del recinto se cerrarían, ya que en las bases del evento no se especificaba que las puertas del recinto serían cerradas a las 8:30 horas.
Frente a esta situación, hicieron resistencia e intentaron tumbar las mallas y rejas que protegían el ingreso, incluso cuando el gerente de Transporte y Circulación Vial, Luis Miguel Carpio Mamani, se retiró del establecimiento a bordo de una unidad, los ciudadanos trataron de impedir su salida y por poco dos personas fueron atropelladas.
Para poner orden, llegaron efectivos policiales y anunciaron que las puertas no se abrirían hasta hoy, segunda fecha de subasta. Ante el comunicado, los asistentes tuvieron que retirarse, pese a que entre ellos hubo personas que llegaron de Camaná y Mollendo, así como de las regiones de Cusco y Tacna.
ACAPARARON
También los participantes en la subasta pública denunciaron la presencia de grupos de comerciantes que acaparaban las unidades vehiculares al ofrecer precios muy por encima del alcance del resto de asistentes.
Es decir, si en la carpeta informativa una motocicleta tenía como precio base S/60, a la hora de la puja un grupo de personas ofrecía al instante más de S/1.000, lo cual anulaba la participación del resto, ya que no podían competir frente a esas ofertas.
Por ejemplo, una combi del año 1992 se vendió a más de S/ 15 mil, cuando su precio base era solo S/ 976; un tico sin motor valorizado en 428 soles fue vendido a S/ 2.500; y una motocicleta casi destrozada que costaba S/ 127 fue vendida a 1.300 soles. Algo muy raro.
Y si bien los participantes, al recibir las bases aceptan que existe la libre oferta en el evento, exigieron más control a la autoridad municipal, porque hay una concertación de un grupo que acapara todas las unidades.
Así como también más control en las puertas, puesto que se filtró un ciudadano que no tenía la carpeta informativa.