Juliaca. ¡Cantó la verdad! Hugo Chura Acarapi (58), no pudo ocultarlo más y tras dar varias versiones, por fin dijo toda la verdad. En febrero de 2006, él estranguló y mató a su esposa Olga Cahuapaza Ccuno y la enterró en el patio de su casa ubicada en el jirón Paso Alegre de la urbanización San Pedro.
El minero vivió con el cadáver de su primera pareja por 16 años. En esa misma vivienda, con total cinismo convivió con su actual pareja, Martha Carcausto, quien ahora está no habida y un inquilino. Ellos dos supuestamente serían cómplices del ocultamiento de los restos. La casa era un «cementerio».
RECONSTRUCCIÓN
A las 10:00 a.m. de ayer, los efectivos del Areincri PNP y los peritos de Criminalística del Depincri de Juliaca, junto al Ministerio Público, iniciaron con la reconstrucción de los hechos con el detenido, para resolver este macabro caso.
Primero se dirigieron al domicilio. Subieron a la habitación del segundo piso que da a la calle, donde Hugo Chura, según su confesión ante la Policía, en febrero de 2006 discutió con su esposa Olga Cahuapaza, por celos.
LA ESTRANGULÓ
Él declaró que aquella vez, a la hora de la cena, Olga le hizo una escena de celos por una mujer. La víctima le habría echado api y le pateó en los testículos.
Esta actitud desató la furia de Hugo Chura quien reaccionó violentamente y la empujó hacia la cama de su cuarto, y la estranguló hasta dejarla sin vida.
Por miedo a ir a la cárcel envolvió el cadáver entre las colchas y sábanas para desaparecer las evidencias. Él mintió al decir que su esposa murió tras caer desde el balcón.
QUISO MENTIR A LAS AUTORIDADES
Después de la reconstrucción de los hechos dentro de la casa que era resguardada por los agentes de la USE PNP, se dirigieron al kilómetro 23 de la vía Juliaca – Huancané, cerca al distrito de Samán, ya que Hugo Chura dijo que la había enterrado a un costado de la carretera por 16 años.
Al llegar, con una pala Hugo Chura escarbó el punto de donde supuestamente sacó el cadáver. Sin embargo, su coartada fue descubierta por la Policía Especializada ya que la tierra estaba firme. No coincidía el tipo ni color de tierra que había en los restos óseos de Olga Cahuapaza.
LA ENTERRÓ EN SU CASA
Por ello, la Policía le dijo que hable la verdad. Es así que el minero confiesa que durante estos años tuvo enterrada a su esposa Olga en el patio de su vivienda, por lo que otra vez regresaron al domicilio para las diligencias.
Aquel año, el feminicida excavó profundo en forma rectangular en un rincón de su patio para enterrar el cadáver envuelto en sábanas; era como una especie de jardín. Y, al costado construyó una gruta con la imagen de la “Virgen María”, donde alumbraban velas.
Ya en la vivienda, el psicópata tuvo que excavar con sus propias manos. Esta vez, la tierra era la misma de la del cadáver de la infortunada víctima.
PROTESTAS
Los hermanos y vecinos de Olga Cahuapaza realizaron protestas con carteles en mano exigiendo justicia y la máxima pena para Hugo Chura. Ellos la buscaron por años y creyeron las mentiras de su excuñado que decía que su mujer se fue con otro hombre robándole oro y dinero.
GRESCAS
Tras culminar las diligencias, la familia Cahuapaza Ccuno arremetió contra el inquilino y destrozaron sus cosas, pues sospechan que él sabía que su hermana Olga estaba enterrada ahí. Asimismo, a pedradas hicieron correr a los abogados que había contratado el inquilino.