Arequipa. Este jueves, el ministro de economía anunció que el sueldo mínimo, que actualmente se encuentra en S/ 930, podría aumentar el próximo año. Sin embargo, en la región Arequipa este anuncio implicaría una reducción del empleo formal y una mayor transición de trabajadores hacia la informalidad.
Patricio Lewis Zúñiga, especialista en economía y finanzas y docente en la Universidad Católica San Pablo, explicó que en Arequipa, el 95% de las empresas son micro y pequeñas empresas (MYPE); es decir, tienen menos de diez trabajadores, y el 85% de ellas son informales.
Por lo tanto, resulta complicado, en plena reactivación económica, exigirles que abonen montos mayores a sus trabajadores. De lo contrario, dejarían de operar.
Estos trabajadores, en su mayoría, se encuentran en un estado vulnerable porque perdieron su trabajo como efecto de la pandemia, aunque luego lo recuperaron o consiguieron otro. Alrededor del 30% de la Población Económicamente Activa (PEA) quedó desempleada.
Si bien la reactivación ha contribuido a recuperar puestos de trabajo este último año, se proyecta que al menos el 65% de los desempleados se insertó en empleos informales o subempleos. Es decir, en lugar de ejercer su profesión u oficio, laboran en otro rubro.
El aumento del sueldo mínimo en la región también resulta complicado porque actualmente 7 de los 10 arequipeños que no son formales, en promedio perciben S/ 850, es decir menos de la remuneración mínima establecida. Solo los trabajadores formales sobrepasan los S/ 2.100.
Para Lewis, el Gobierno nacional, antes de pensar en incrementos que solo beneficiarán a pocos, debe priorizar y garantizar empleos de calidad. Esto se consigue con minimizar la turbulencia política entre el Ejecutivo y Legislativo, simplificar el sistema tributario para mypes y flexibilizar la normativa laboral, que es engorrosa.