Las infraestructuras de los complejos fronterizos de Chacalluta (Chile) y Santa Rosa (Perú) son un “cuello de botella” para el tránsito vehicular, donde la espera es casi similar al tiempo de viaje entre Tacna y Arica, sostuvo Jaime Paredes Canasa, representante de las empresas de buses que prestan el servicio internacional de transporte de personas, quien aseguró que no se quedarán con los brazos cruzados.
“Mañana (hoy) iremos junto con los directivos de los colectiveros a dialogar con el nuevo director regional de Transportes de Tacna, quien debe retomar el diálogo con Lima y Santiago y ver los protocolos para el transporte de pasajeros entre Tacna y Arica. Hasta ahora no hay nada concreto”, indicó.
Dijo que falta acondicionar el estacionamiento vehicular en ambos complejos, mientras que el poco personal para la atención y la infraestructura de los dos recintos no son los adecuados.
“No se ha modificado nada en estos meses de pandemia y será un problema cuando reabran el paso de camiones de carga, buses y colectivos, ómnibus internacionales Lima-Santiago y los vehículos particulares”, mencionó.
Paredes indicó que el convenio internacional 053-2009 impide que las unidades móviles puedan efectuar servicio de transporte.
“Esto perjudica la economía de los propietarios de los treinta buses”, precisó. En otro momento consideró que por el momento no se debería reajustar la tarifa del pasaje de 10 soles, “aunque el gasto de la máquina y combustible por un viaje que se hace al día es de un promedio de 100 soles”.