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División en mercados por el uso del carné de vacunación

Ayer hubo brigadas de vacunación fijas, pero también otras se desplazaban.

Ayer hubo brigadas de vacunación fijas, pero también otras se desplazaban.

Arequipa. Desde ayer la Gerencia Regional de Salud de Arequipa inició la aplicación de la vacuna contra la covid-19 en los principales centros de abastos de la Ciudad Blanca. Sin embargo, dicha estrategia está generando diversas posiciones entre los comerciantes.

El presidente de la plataforma Río Seco, Cristóbal Huayapa, dijo estar de acuerdo con la aplicación de la vacuna, debido a que en el mercado el 40% de los 4.000 trabajadores, sobre todo los más jóvenes, se muestran reticentes a inmunizarse, al contrario de los comerciantes que sobrepasan los 40 años, que ya cuentan con las dos dosis.

Sin embargo, la disposición de inocularse para obtener el carné de vacunación no aplicará para los clientes del centro de abastos. Huayapa explicó que la directiva de Río Seco ha determinado que al ser un establecimiento abierto no es prioridad requerir la tarjeta de vacunación por ahora.

AVELINO CÁCERES

A diferencia de este establecimiento, Mario Laura, presidente del centro de abastos «Mi Mercado», indicó que la exigencia del carné para comerciantes y usuarios será cumplida desde ya, pero con carácter obligatorio a partir del 15 de diciembre.

En su opinión, la tarjeta de vacunación, además de proteger a las personas de enfermarse de manera grave, también genera confianza en los usuarios a la hora de adquirir sus productos.

Refirió que para la fiscalización de la disposición nacional contratarán a personal que supervise en los ingresos del establecimiento el carné de vacunación a los asistentes. En tanto que a los dueños de los locales se les exigirá la exhibición de su carné en la entrada de sus puestos.

RECURSOS LEGALES

De momento, dicha norma no ha gustado a todos. Christian Nova, gerente de Salud, informó que no teme a los recursos legales que presentan algunas personas por sentirse obligadas a vacunarse. Sin embargo, estos no tienen argumentos, puesto que el derecho de un ciudadano acaba donde empieza el de otro.

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