El investigador Pablo Franco León de la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann (UNJBG) advirtió que en una mesa de concertación con autoridades debe tratarse el problema del sistema de extracción de agua del subsuelo en la zona alta de Tacna.
“No se debe seguir extrayendo a los volúmenes que lo hace la empresa minera privada. Tiene que entender también que todo el impacto que genera el cambio climático es para todos, no solamente en esa zona. Hay que regular la licencia de extracción de agua en la parte alta”, indicó el docente universitario.
De acuerdo con un registro rápido realizado hace quince días en campo, el agua del río Callazas es alcalina con un pH elevado que en promedio es de 9,5 y contiene como elementos pesados arsénico, boro y plomo en diferentes concentraciones.
Esto es considerado muy serio por el especialista, quien señaló que con estas aguas se irriga la agricultura en Candarave, lo que genera un problema de bioacumulación en los cultivos que finalmente son consumidos por las personas.
Franco manifestó que cuentan con mucha información sobre la presencia de un alga invasora que cubre todo el río Callazas, la cual se denomina «moco de piedra». Su origen se debe al cambio climático y ya se presentó en países como Argentina y Chile, advirtió.