“¡Justicia para Shirley!”, es lo que gritaron a viva voz los familiares y compañeros de estudio de Shirley Cusilayme Sucapuca (30), al ver su féretro de color blanco ingresando por la puerta principal del cementerio La Apacheta (José Luis Bustamante y Rivero), la tarde de ayer.
“Mi hija apoyaba en el hogar. Siempre fue una joven muy empeñosa. Por eso estudió dos carreras, farmacia y trabajo social. Solo pido justicia por ella”, dijo Florencio Cusilayme, padre de Shirley, durante su sepelio.
Como se recuerda, la joven se desempeñaba como cuidadora de menores en el Centro de Atención Residencial (CAR) Santa Isabel (Socabaya), albergue en donde fue hallada sin vida la noche del domingo, tras ser estrangulada con prendas de vestir. Las principales sospechosas de su muerte serían tres adolescentes de 15 años quienes estaban bajo su cuidado.
Dos de las tres menores permanecen retenidas en la sede de la Divincri.