Tras la prisión preventiva dictada a siete personas investigadas por el presunto delito de trata de personas, fuentes policiales revelaron cómo es que operaban en parte esta sindicada banda delictiva.
Como se recuerda, el personal élite del Área de Investigación Criminal (Areincri) Puno, en una acción sorpresiva, viajó a La Rinconada – Ananea, donde los detectives irrumpieron en el local “Ñustas, simpatía y elegancia”.
La intervención fue el 17 de septiembre, rescatando a 55 mujeres que ‘trabajaban’ como «damas de compañía».
GRUPO DE WHATSAPP
La Policía logró saber la forma en cómo operaban los integrantes de esta sindicada banda. Se conoció la existencia de un grupo de WhatsApp:
«Ñustas, simpatía y elegancia». En este grupo, los encargados del local escribían para que las ‘chicas’ bajen y atiendan a los ‘parroquianos’.
Fuentes cercanas indicaron que la mayor parte de sus comunicaciones se daban por este medio, donde incluso, darían la aprobación o desaprobación de la admisión a más muchachas.
CÓMO LAS CAPTABAN
Las investigaciones apuntaría a un tal Darío, alias el ‘Cabeza’. El presunto cabecilla, sería un tal Edgar.
El apodado ‘Cabezón’ sería la persona que realizó viajes a las comunidades más alejadas de las provincias del norte de Puno, tales como Azángaro, Sandia, San Antonio de Putina, entre otros. El captador se habría aprovechado de la ingenuidad de muchas de ellas.
EL CUENTO DE SIEMPRE
Aprovechando la carencia de puestos de trabajo ante la Covid-19, el captador les ofrecía ganar dinero por atender en una tienda.