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Accidentada visita de la presidenta del Parlamento

Titular del Congreso tuvo una salida accidentada del Teatro Municipal.

Titular del Congreso tuvo una salida accidentada del Teatro Municipal.

Cercado. Un grupo de arequipeños le devolvió el desplante a la presidenta del Congreso de la República, María del Carmen Alva Prieto, en su arribo a la Ciudad Blanca por la celebración de su 481 aniversario de fundación española. Es que, tres días después de que la parlamentaria protagonizara un gesto de rechazo contra el presidente Pedro Castillo Terrones, varios transeúntes arequipeños, a eso de la 1:15 horas del último domingo, le gritaron ‘racista’ y ‘corrupta’ en su accidentada salida del Teatro Municipal, situado en la calle Mercaderes del Centro Histórico, donde se realizó la sesión solemne por la fiesta central de Arequipa.

Un equipo de agentes de seguridad del Estado escoltó a la legisladora por varios metros de la vía hasta que logró ingresar a una camioneta blanca. En ese trayecto, la prensa local la abordó para conversar con ella, pero esta se negó a declarar. En ese instante, además, los insultos contra Alva Prieto se hicieron más intensos.

El alcalde provincial de Arequipa, Omar Candia Aguilar, sin embargo, la reconoció como una huésped ilustre de Arequipa y le entregó una medalla de honor unos minutos antes de que sufriera el descontento ciudadano al salir del Teatro Municipal.
En redes sociales, la titular del Congreso también recibió varias críticas de los cibernautas.

«Qué vergüenza, después de cómo se ha portado», comentó la usuaria María del Carmen Quispe.

Como se recuerda, el último 12 de agosto, luego de una reunión que mantuvo el presidente Pedro Castillo con la Mesa Directiva del Congreso, los integrantes de esta escoltaron al mandatario a la puerta del Legislativo. Como acto protocolar, el jefe de Estado extendió el codo como símbolo de saludo a la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, pero ella le respondió con un breve roce y realizó un gesto de rechazo con la palma de su mano derecha, para luego retirar rápidamente su brazo, mirar hacia otro lado y conversar con sus colegas.

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