«El mejor periodista es un investigador, pero ni policía, ni juez. Documenta e interpreta el caso, y ahí acaba su función”, lo señaló en más de una oportunidad el notable periodista Miguel Ángel Bastenier. Pero pocos periodistas lo entienden, porque muchas veces acabamos convertidos en policías y hasta jueces.
Es decir, informamos muchas veces a medias, luego malinterpretamos, y finalmente condenamos, mismos jueces. En buen romance, tenemos la verdad absoluta de nuestra parte, solo para servir intereses subalternos, porque se les acaban los argumentos.
Ganas no me faltan de señalar a la “prensa mermelera”, como advierten muchos críticos, pero en general la prensa y los periodistas limeños se creen dueños de la verdad, y se dedican a atacar a un candidato, y les dan todo el tiempo del mundo a los adversarios.
Salvo contadas excepciones en prensa escrita, televisiva o redes sociales, se han alineado con la candidata fujimorista y atacan a diestra y siniestra al profesor candidato. Se han erigido en los defensores de la libertad y la democracia, cuando es lo último que practican. No faltaba más.
Todo lo han reducido a terruco y libertad de mercado. La verdad, es un absurdo que los colegas de Lima quieran hacernos los cholitos, como si en esta parte del país no supiéramos nada, o fuéramos ignorantes de lo que acontece en el devenir político. Por favor, colegas limeños, seré miope pero no ciego.
Lo cierto es que con toda la pretensión que hacen gala, sería bueno que se miren el ombligo y cumplan con su labor de informar y punto. El resto será la opinión pública que cuando vaya a las urnas tome la mejor decisión para nuestro país.
Esa es la ventaja de la democracia, elegir entre una u otra opción, o marcar en blanco o viciado, pero los colegas de la capital, o leyeron mal o simplemente responden a sus patrones, y lo escribo sin el menor ánimo despectivo.
Debo entender que tampoco han leído a Bastenier, y si lo hicieron, solo acabaron por tergiversar sus consejos. En fin, lo cierto es que un gran sector de la prensa limeña solo cumple con atacar por atacar, como si todos los peruanos fuéramos poco menos que tarados, y no sabemos por quién votar.
Finalmente, mi público aprecio y respeto a mi exalumno César Espinoza, rechazando los ataques del otrora buen periodista Beto Ortiz, por cuanto lo publicado por el “Gato” en sus redes sociales nunca lo descalificará para ser moderador del debate, perdón, de esa actividad que dizque se va a cumplir hoy en el Aula Magna de la San Agustín, donde esperamos propuestas valederas y no más mentiras de las que ambos candidatos han hecho gala en esta seudo campaña.