Arequipa. Hace unos 5 días, a David V. C., de 29 años de edad, le llegó a su correo electrónico unos mensajes sobre una deuda que tenía de una línea telefónica adquirida a su nombre. El varón se percató de que algo extraño sucedía debido a que nunca había autorizado o solicitado un número telefónico adicional al que tiene.
David se dirigió a la sede de la Divincri para denunciar su caso, que forma parte de las diez denuncias que recibió el área de Estafas durante los últimos días.
Se trata de inescrupulosos que adquieren chips de distintas empresas de telefonía a nombre de terceros. Estas líneas telefónicas son empleadas, en su mayoría, para estafar y extorsionar a otras personas.
Lo extraño de la situación, según la Policía, es cómo las empresas de telefonía logran habilitar los números a terceros sin un control de identidad, porque de acuerdo a ley el titular de la línea debe ingresar su huella al sistema biométrico.
En el caso de David y los otro nueve denunciantes, se logró corroborar que las líneas telefónicas se encontraban activas y vinculadas a denuncias por extorsión y estafa, presuntos delitos del que habría sido cómplice el venezolano Arquímedes Lezama Valverde. Al varón se le halló, el pasado 3 de mayo, unos 127 chips cuando caminaba por la avenida Jorge Chávez (Cercado).