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Comuneros ‘fantasmas’ al descubierto

Foráneos se reunían y comuneros solo miraban...

Foráneos se reunían y comuneros solo miraban...

Ayer se registró un conflicto entre pobladores del lugar y foráneos en la comunidad de Huataquita, comprensión del distrito de Cabanillas (San Román). En el lugar se efectuó desde las 11:00 horas, una singular asamblea comunal con un puñado de verdaderos comuneros y el resto, foráneos de otros lugares.

La actividad era sinuosa por cuanto se realizó en la plataforma deportiva enmallada del Colegio Agropecuario y a puerta cerrada. Según los vecinos, el martes por la tarde, se anunció la convocatoria por megáfono, indicando que presentarían un tractor donado por la Municipalidad Provincial de San Román.

A medida que transcurrían los minutos, los lugareños se asomaban desde los sectores y anexos de Huataquita, exigiendo que se les permita el ingreso, pero les indicaron que el cónclave era para los que están en el padrón, algo que enfureció a la muchedumbre.

El presidente de la comunidad campesina de Huataquita, Luis Condori Pacheco, se paró en la puerta y filtraba a los que ingresarían. Cuando comenzaban a caldear los ánimos, cerró el portón metálico, desarrollando la asamblea en medio de un bullicio.

Era el mediodía. Unos 150 comuneros quedaron afuera, mientras que una tercera parte se reunía. Según los quejosos, de estos solo unos cuantos eran del lugar, el resto eran de Cabana, el distrito vecino; otros de Juliaca, Ayaviri y demás ciudades.

Los protestantes mostraban sus documentos (DNI), en la que se apreciaban sus direcciones: “Provincia San Román. Dirección: Comunidad campesina de Huataquita, sector…”, y reclamaron al director del colegio, por permitir que se realice una actividad con desconocidos.

El ingeniero agrónomo Salomón Castillo, directivo del plantel, dijo que solo había alquilado la plataforma a 12 soles la hora y que no sabía quiénes vendrían. “Acá ha venido el presidente de la comunidad, ahí está. Ha venido a que se le alquile la cancha, eso estamos cumpliendo”, dijo.

El vigilante del Colegio Agropecuario de Huataquita, de nombre Ángel, admitió que los que se reunían eran foráneos. “No los conozco… yo tengo que cumplir lo que diga el director, solo ellos ingresan”, dijo.

LOS ECHARON

Los ánimos se caldearon y se notó exasperación de los comuneros. Entonces, Condori Pacheco suspendió la asamblea; los escasos lugareños y personas «golondrinas» tuvieron que retirarse. Las mujeres emprendieron contra ellos y a empellones apuraron el desalojo.

PRESIDENTE HUYÓ

Previa a su partida, el presidente de la comunidad los reunió al lado de un auto negro y les dijo que la asamblea se suspendía pero que les comunicaría dónde se llevaría a cabo. A los instantes, se escabulló y desapareció junto a una portátil. Los desconocidos habían llegado en carros, algunos de ellos eran vehículos de lujo.

COLONOS

Sin Fronteras habló con uno de los extraños, quien contó que a su padre le vendieron un terreno en la parte baja y que les comunicaron que tenían que asistir a la asamblea. “Yo no soy de la zona, nos han vendido pe’, a mi papá ¿Quién le vendió? –Ese señor de Juliaca, don Félix, ha dicho que tenemos que defender, ya está… ya mucho problema, le diré que mi papá reclame el dinero y listo-”.

Se supo que eran colonos a quienes la directiva de Condori Pacheco entregó terrenos, tras incorporarlos a la comunidad de Huataquita. Una mujer de polleras y porte de comerciante, se enfrascó en una discusión con una comunera y se fue murmurando. “No voy a regalar ni un centavo. Sácame si vas a poder, solo muerta va a ser”, dejando entrever que pagó por el pedazo de tierra que le asignaron.

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