Ante el escenario de una posible tercera ola por la covid-19, decenas de niños y ancianos corren el riesgo de no ser beneficiarios de un comedor popular, el mismo que debió funcionar hace meses en la urbanización Carabaya, en la parte alta del sector de Huáscar.
La presidenta de esta zona, María Elena Medina Farfán, exige la creación de un comedor popular, cuyo trámite lo inició el año pasado en el mes de octubre. Tras la insistencia de los interesados, el municipio les pidió que deberían de contar con un local. Los vecinos vieron por conveniente que el comedor funcione en una casa; pero la autoridad exigió que sea un local. Fue entonces que el barrio alquiló un local, el mismo que incluso fue supervisado por los trabajadores municipales. Ellos, evaluaron los espacios donde funcionaría el almacén, por ejemplo.
Los alquileres fueron corriendo, pero el comedor no funcionaba. Elena Medina Farfán mostró su indignación por la desidia municipal.
«Nosotros hemos pedido un comedor y hasta ahora nada. Nos pidieron un local, hemos alquilado uno, del que tenemos que pagar los alquileres. Tengo bastantes ancianos y niños que necesitan, son como 45…», dijo.