Tacna. «Dame fuerzas para seguir pidiendo justicia por el daño que te hicieron, hijita. Ahora estás en un lugar mejor, con Dios, y algún día nos encontraremos otra vez. Adiós, Judith; te extraño, hija, te quiero mucho», fueron las sentidas y conmovedoras palabras que la tarde de este jueves pronunció Gabino Machaca para despedirse de su hija Judith Machaca Cauna (20) antes de que su féretro fuera sepultado en el cementerio municipal de Pocollay.
Con el entierro del cuerpo de la joven estudiante de ingeniería ambiental se terminó una parte de su búsqueda, iniciada el 28 de noviembre de 2020, cuando no llegó a dormir a su vivienda. Después de 73 días su cadáver fue hallado con las manos enmarrocadas a 90 metros bajo tierra, en el fondo de un pozo de agua clausurado de la asociación Nuevo Renacer Agrícola de La Yarada. En el lugar también se hallaron los restos de una menor de 14 años.
La necropsia de Judith Machaca arrojó que la causa de su fallecimiento fue un golpe contundente en el cráneo, posiblemente en el mismo terreno del pozo, por la presencia de excremento de animales que se criaban en la zona entre su cabello. Actualmente cumplen prisión prisión preventiva por el caso la esposa y los padres del principal sospechoso del crimen, el suspendido policía Santiago Paco Mamani (24), quien está prófugo y desde la clandestinidad se atrevió a publicar videos en redes sociales ofreciendo disculpas a la familia de la víctima.
Ayer el cortejo fúnebre se inició en la asociación Alto Tacna y llegó a la catedral, donde el obispo de Tacna y Moquegua, monseñor Marco Cortez pidió por el descanso de Judith y serenidad para su familia. Unas 80 personas acompañaron la carroza al cementerio de Pocollay, pero solo 15 ingresaron. La madre de la joven, Susana Cauna, prometió que la búsqueda continuará, ahora para encerrar a los responsables del crimen.