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Toma con sabor a despojo en Huáscar

Indignación e impotencia ante el hecho.

Indignación e impotencia ante el hecho.

«Esto es un despojo, es un robo», fue la expresión de los vecinos y padres de familia que protestaron por la toma de posesión de prácticamente la mitad del terreno del colegio Politécnico Huáscar.

TOMA

Se trata de 12 mil 272 metros cuadrados en una de la zonas más caras de Puno que ayer, desde las ocho de la mañana, fueron ocupados por una cuadrilla de trabajadores al servicio de Enrique Calmet. Inmediatamente, colocaron casas prefabricadas, latones y otros materiales para construir un cerco.

Decenas de policías bien apertrechados cerraron las calles adyacentes y vigilaron el acceso al colegio.

Desde las nueve de la mañana, un grupo de padres y vecinos que aún no fueron intimidados por las denuncias de Calmet, se manifestaron cerca de los accesos principales al local del centro educativo.

En el momento más tenso, bloquearon por minutos la salida a Juliaca y movieron latones colocados por la gente de Calmet.

Hasta el cierre de edición, esto no pasó a mayores pero se vive una tensa calma en la zona.

«MAÑAS»

Luego de un reguero de irregularidades y omisiones de parte de las autoridades para defender la que era considerada propiedad pública, la toma de posesión no fue la excepción.

En palabras de la Procuraduría del Gobierno Regional, la toma es informal. La Procuraduría no fue notificada, tampoco estaban los peritos judiciales, tampoco se contaba con la sentencia que le da la propiedad a Calmet y mucho menos con los planos. Es decir, nadie verificaba que no se tome más terreno del que se consiguió judicialmente.

Para el colmo, la toma se hizo sin respetar las distancia, generando aglomeración, tal como lo advirtió la Procuraduría.

POLÉMICO

La sentencia que se ejecutó irregularmente fue conseguida el año 2017 por Calmet. El juez fue Guido Chevarría Tisnado.

Según archivos periodísticos, el gobierno de Juan Luque no apeló el fallo. El entonces director de la DREP, David Cornejo, cursó documentos para que la Procuraduría no tome cartas en el asunto. Cabe indicar que Calmet tuvo litigios en calle Tacna, calle Arequipa y otros donde salió airoso y siempre respaldado por los jueces.

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