Ilabaya. A pulso y de forma voluntaria decenas de pobladores del nuevo asentamiento de Alto Mirave excavan zanjas para la instalación de tuberías de alcantarillado en la zona. En tanto, solo reciben de promedio 15 litros de agua por integrante cada familia, lo que es insuficiente para afrontar una serie de problemas de salud.
Duberlín Alberto Vargas, alcalde del centro poblado Mirave, señaló que es inhumano que las familias sigan soportando estas condiciones sin que se concrete el reasentamiento del poblado. “El 8 (de febrero) se cumplieron dos años del huaico que arrasó nuestras viviendas, y hasta ahora no se comunica nada del proyecto de reasentamiento humano. Hemos decidido denunciar a los funcionarios de la municipalidad de Ilabaya por omisión de funciones por estos dos años de abandono”, manifestó.
El burgomaestre precisó que trabajan en la instalación de 4,8 kilómetros de tuberías de desagüe en avenidas y calles de Alto Mirave. “Nadie nos paga, la población trabaja de forma ordenada en cada zona vecinal para tener una mejor condición de vida, no quieren más contagios (con el virus de la COVID-19)”, sostuvo. La obra comenzó el 25 de enero y debería culminar el 26 de febrero. Según indicó Vargas, los materiales donados por el Gobierno Regional de Tacna serían restos de otras obras. “Esta situación no puede ocurrir habiendo tanto dinero”, comentó.
ENFERMEDADES
En otro momento el burgomaestre del centro poblado aseveró que por las difíciles condiciones de vida que afronta la población padece enfermedades como conjuntivitis y cáncer de piel por la exposición a la radiación solar, mientras que por la falta de agua niños y ancianos presentan enfermedades diarreicas. Puntualizó que a los pobladores se les entrega 32 metros cúbicos de agua al día, es decir, una familia compuesta por ocho personas recibe una cantidad insuficiente del recurso.
“No se puede preparar alimentos, asearse y lavar ropa así, es indignante el trato que nos dan”, sentenció.