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Muertes siguen y no quieren encierro

Situación límite afecta a todos los puneños.

Situación límite afecta a todos los puneños.

El último reporte de muertes por COVID-19 en la región de Puno arrojó 13 víctimas mortales, 22 internados en UCI y 184 hospitalizados en las 24 horas anteriores al 10 de febrero.

Con esto, el promedio de contagios hace casi una semana se mantiene por debajo de los 10.

En los días anteriores se reportaron sucesivamente: 9, 12, 5, 9, 8, 10 y 6 muertes.

Entre las provincias más afectadas en el sur de la región se reportó a Chucuito Juli, El Collao y Yunguyo.
En tanto, la falta de camas UCI y los apuros por conseguir balones de oxígeno continúan de acuerdo a los informes dados al Consejo Regional y personal de Salud en la región.

Cabe indicar que los especialistas habían advertido del aumento de contagios y muertes por las reuniones sociales dadas en Navidad y Año Nuevo; sin embargo, también se debe considerar que en la Bajada de Reyes, se organizaron numerosas fiestas y recepciones a puerta cerrada y, lógicamente, sin medidas de seguridad entre los asistentes.

PEDIDOS

Con estas realidad, la ciudadanía en general ha rechazado las medidas del Gobierno que consideran poco efectivas.

El último pedido sumado es el del Consejo Regional de Puno, entidad que exhortó al órgano ejecutivo regional para que solicite al Gobierno la reconsideración de la calificación de nivel de alerta extremo.

De acuerdo a lo sustentado por el Consejo Regional, «con la cuarentena establecida a la provincia de Puno, la población será la más afectada en el ingreso económico familiar y el normal desarrollo de actividades económicas y laborales».

Así, la población está entre las espada y la pared ante la grave crisis económica y la enfermedad y muertes que los ronda a diario.

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