Arequipa. Hasta abril del año pasado, en la parte alta del distrito de Cayma solo existían unas siete ollas comunes que surgieron como una necesidad alimenticia durante la pandemia. La cifra, según la comuna de Cayma, se triplicó llegado el 2021, y solo se ha encontrado una respuesta para explicar su proliferación: la crisis económica.
«Tenemos veinte ollas comunes, sobre todo en las partes altas del distrito, que han sobrevivido este tiempo gracias a la ayuda de empresas privadas y de algunos funcionarios», indicó Vilma Gonzales, gerenta de Desarrollo e Inclusión Social del municipio caymeño.
La funcionaria explicó que la comuna no tiene un presupuesto específico para atender este tipo de contingencias y que, en este contexto de emergencia sanitaria, se han limitado a gestionar ayuda de la empresa privada y a asesorar a las ollas comunes en la conformación de un estatuto que determine sus directrices y funciones.
«Hemos visto que en Lima el Gobierno está repartiendo, con ayuda de Indeci (Instituto Nacional de Defensa Civil), toneladas de alimentos a las ollas comunes. Quisiéramos que eso se replique en Arequipa», exhortó.
Por su parte, la gerenta de Desarrollo e Inclusión Social del Gobierno Regional de Arequipa (GRA), Lizbeth Pilco, manifestó que conformará mesas de trabajo para abordar este tema con el municipio provincial y los presidentes de ollas comunes de al menos cinco distritos de la periferia de la ciudad.
«Los comedores populares sí tienen un presupuesto como tal, y este es manejado por el municipio provincial. Por eso podríamos gestionar que la ayuda para las ollas se canalice por ahí», explicó.
En la región Arequipa, según el monitoreo de su gerencia, se habrían generado unas 170 ollas comunes.