Arequipa. El ladrón Daniel Alberto Pinto Cáceres, quien el último domingo asaltó una cúster de transporte público, no dejó de amenazar y agredir al soldado que lo hirió de bala cuando, a bordo de un taxi, era trasladado a una comisaría. El militar Javier Carhuallanqui, quien afrontará el proceso penal en su contra en libertad, narró a la Policía que el delincuente jamás se arrepintió del robo a mano armada que había perpetrado junto a tres compinches.
«Subo al tico y me siento en el asiento del copiloto y le digo al conductor que me lleve a la comisaría de Miraflores. Mientras nos dirigíamos allí, de pronto, el herido me cogotea y comienza a darme golpes de puño en la cara y cabeza sacándome sangre de la nariz”, manifestó el suboficial del Ejército peruano.
El chofer, el militar y el delincuente abatido se estacionaron en la comisaría de Miraflores. Pero una vez el soldado Carhuallanqui bajó del vehículo, el conductor fugó con el ladrón herido. Luego se supo que el falso taxista, Edwin Delgado Hancco, quien se había ofrecido amablemente a trasladar al herido a una comisaría, era cómplice de la banda delincuencial.
La Policía también logró intervenir a Bryan Pinto Cáceres, un tercer participante del asalto en la cúster. El sujeto, quien sería el hermano del delincuente herido, merodeaba por los exteriores de la Divincri. Según la Policía, se trataría de una banda familiar.