Alto de la Alianza. Es tierra de nadie. Agentes de patrullaje integrado volvieron a encontrar parroquianos ebrios en la cantina «La Estiqueña», que solo en lo que va de este año ha sido intervenida tres veces por no acatar las restricciones por la emergencia a causa de la epidemia del nuevo coronavirus. Los propietarios del local se niegan a acatar las órdenes de clausura de la municipalidad de Alto de la Alianza.
Tres varones y tres mujeres fueron intervenidos esta vez en el patio del bar el último domingo y trasladados a la comisaría del distrito para recibir una multa por infringir el estado de emergencia. La cantina se ubica en la calle Rodríguez de Mendoza 67 del P.J. La Esperanza y es clausurada continuamente desde 2017. A pesar de los cierres con incautación de mobiliario y licor, el local continúa abriendo sus puertas, exponiendo a sus clientes al contagio con el virus de la COVID-19.
Los propietarios del establecimiento afrontan denuncias en la Fiscalía que no son procesadas, a pesar del evidente desacato a las disposiciones de las autoridades. El último sábado otros ocho varones fueron sorprendidos en el mismo lugar.