Puno. El sueño de la incorporación del tramo Juliaca-Puno-Desaguadero en el proyecto del Corredor Ferroviario Bioceánico Central Perú-Bolivia-Brasil, una vez más se ve amenazado por acciones de los representantes de otras regiones.
La amenaza es el proyecto de ley presentado por congresistas tacneños para construir un puerto llamado Almirante Miguel Grau que implica la construcción de un trazado de la línea férrea bioceánica que se superpone al proyecto puneño.
PROYECTO PUNEÑO
Orlando Salvador Mimbela recordó que, en noviembre del año 2018 el congresita Lucio Ávila, presentó un proyecto de Ley 3694/2018-CR para que la ruta del tren pase por Puno, Juliaca y Desaguadero.
Dicho proyecto fue aprobado por la comisión de Transportes y comunicaciones el 21 de julio; sin embargo, los congresistas en ejercicio no impulsaron el proyecto que aún espera si pase a pleno de Congreso para su aprobación.
PROYECTO TACNEÑO
Por su lado, el 25 de setiembre de este año, un grupo de congresistas tacneños presentaron el proyecto de construcción del terminal portuario Almirante Miguel Grau número 6272/2020 – CR.
Este proyecto tiene dos componentes: uno del mismo puerto y otro perjudicial para los intereses puneños, que se trata de la construcción de un ferrocarril que recorre la región Tacna y que se integraría al ferrocarril bioceánico.
VILAVILANI II
Orlando Salvador Mimbela indicó que para la ejecución del proyecto tacneño es necesario contar con recursos hídricos, los cuales vendrían, justamente, del proyecto Vilavilani II. Por esto, llamó la atención sobre las implicancias del proyecto de «irrigación» y también se extrañó por qué los congresistas de Puno no reclaman..
ARAPA
Existiendo un proyecto previo, el congresista por Puno volvió a presentar otro similar con el número 5717/2020-CR, cuando se podía impulsar el proyecto previo que ya tenía luz verde para su paso a pleno del Congreso.
BALANCE
Según se aprecia, los congresistas tacneños actuaron en función a intereses estratégicos; en tanto, en Puno primó el afán de protagonismo de parte de Orlando Arapa. Por otro lado, el gobierno regional sufre el conflicto entre «aduviristas» y «Luquistas» y se olvida en interés regional.