Juliaca. “¡Ya no aguanto más!”, dijo entre lagrimas Esteban Timoteo Roque Yana (56), quien denunció que es víctima de sus propios hijos y esposa, quienes lo habrían golpeado, incluso usaron una soga para masacrarlo en más de una ocasión. La presunta agresión sería con el fin de despojarlo de sus terrenos y bienes.
ENTRE LÁGRIMAS…
De acuerdo con la declaración de Esteban Roque, sus ocho hijos e hijas y yernos lo despojaron de sus terrenos que tenía en el centro poblado de Canchi Chico del distrito de Caracoto (San Román).
Ellos vendieron las tierras sin su consentimiento, incluso el poco ganado que criaba también fue vendido y lo echaron a la calle sin tener dónde dormir.
“¡Ya no aguanto más! A veces tomo porque mis hijos me insultan y me golpean. Estoy solo, sin que nadie me ayude. Algunas veces tuve que dormir en la calle con mis dos perros”, dijo entre llantos el humilde poblador.
Los presuntos ataques, que serían avalados por su esposa, se habrían dado en más de una oportunidad, al punto de que los agresores usaron una soga con la que le ataron al cuello, y pies. “Pensé que iba a morir”, señaló.
“Si me pasa algo, ellos serán los responsables”, finalizó con la voz quebrada por el llanto.
Ante este indignante y repudiable caso, los pobladores de Juliaca se solidarizaron con don Esteban y pidieron que la Defensoría del Pueblo tome cartas en el asunto, y que estas cobardes agresiones no queden impunes.