Tacna. Todo indica que el 2021 será un año húmedo, por lo que las autoridades de la región deberían asegurar las defensas ribereñas y preparar a la población en caso de lluvias como las de hace unos meses, que desencadenaron huaicos con incalculables pérdidas, advirtió Marcial Torres Laura, presidente de la Junta de Usuarios del Valle de Tacna. Dijo que no se debe esperar la llegada de huaicos y lluvias para reaccionar, ya que faltan poco menos de cinco meses para la temporada de precipitaciones y hasta ahora no se ha descolmatado la ribera del río Caplina.
“Hay una zona de peligro cuya área subterránea entre Calana y Pocollay genera atoros todos los años”, advirtió.
Recordó que en el sector de El Peligro, en Calana, el 2012 el caudal pasó los 40 metros cúbicos por segundo y hubo alarma de inundación en Piedra Blanca, Calana y Pachía, e incluso en la parte alta del distrito Gregorio Albarracín.
“Se tiene que hacer todo un trabajo conjunto entre la región y los municipios, son más de treinta kilómetros de cauce que tendrán que ser mejorados, y eso toma tiempo y recursos”, advirtió.
El dirigente sostuvo que la Junta de Usuarios del Valle de Tacna emitió oficios advirtiendo la necesidad de ejecutar estas medidas. “Esperamos que no se siga postergando estas actividades prioritarias», agregó.
Las precipitaciones pluviales llegaron a los 30 litros por metro cuadrado por día en febrero pasado y duraron más de doce horas, activando la quebrada del Diablo, donde lamentablemente un huaico dejó muertos, cientos de damnificados y cuantiosos daños materiales.