Cercado. El Terminal Terrestre de Arequipa necesita de manera inmediata una subvención del Gobierno Nacional. De lo contrario, no solo 45 de 60 empresas de transporte interprovincial seguirán sin reanudar sus operaciones, sino incluso la empresa corre el riesgo de quebrar debido a que desde que abrieron, 1 de setiembre, la recaudación es bajísima y no se logran cubrir los costos operativos básicos.
De hecho, antes de la pandemia de la covid-19, cada día el terrapuerto recibía 10 mil usuarios, y el terminal, 20 mil pasajeros. De estos, 15 mil eran viajeros que llegaban y/o partían a otros lugares, mientras que los 5 mil restantes asistían al establecimiento a comprar pasajes o recibir familiares.
Empero, ahora, el movimiento de la empresa se ha reducido al 5%, es decir, 1.000 pasajeros por día. En ingresos, esta demanda de usuarios representa 500 soles diarios, y que al mes no superan los 20 mil soles. Sin embargo, solo los gastos en los servicios de agua y luz son en promedio 40 mil soles, señaló Marco Chauca, gerente de la Corporación Administradora de Terminales Terrestres de Arequipa (Corattsa).
A esto se suma que la actividad en el terminal se ha reducido debido a que solo 15 empresas han reanudado sus servicios y las demás no tienen capital para adecuar sus unidades con los protocolos de bioseguridad, ya que durante la cuarentena continuaron cumpliendo el pago a sus trabajadores.
Lo mismo sucede con los comercios de productos de primera necesidad y puestos de comida en el terminal, debido a que solo han abierto 5 de 80 puestos porque no hay rentabilidad.
Ante esta situación, Chauca indica que si en un mes la situación no mejora y el Ejecutivo no atiende su propuesta de crear un programa como Reactiva Perú para las empresas de transporte interprovincial, el establecimiento se vería en la necesidad de evaluar un posible cierre debido a que la situación es insostenible, por más que transcurra el tiempo.