Cercado. El uso obligatorio de la mascarilla y el protector facial ha cambiado el comportamiento y los hábitos de la población. En belleza, el uso de maquillaje, tratamientos y cortes de cabello han tenido que reinventarse para adecuarse a la nueva normalidad.
Ahora, los salones e institutos de belleza operan sin salas de espera, con la mitad de su capacidad y manteniendo el mínimo contacto entre el personal y el cliente. Sin embargo, esto no ha sido un impedimento para que muchos de estos negocios vuelvan a operar.
Es el caso del instituto de estética Cetpro Francis, que ayer festejó su 27 aniversario compartiendo, como hace más de dos décadas, 460 menús con los más necesitados. Esta actividad, que en un momento pensó posponerse a causa de la crisis que ha traído la pandemia de la covid-19, luego fue ratificada por su fundador Francis Versace Barreda, quien está totalmente convencido de que es en los peores momentos cuando las personas deben dar lo mejor de ellas.
Además, el instituto de belleza no solo ha reafirmado su compromiso con el desarrollo de la sociedad con ese compartir, sino también con el ajuste de sus precios y el recorte de las pensiones al 50% mientras dure el estado de emergencia en las dos carreras que imparte: cosmetología y barbería.