Cercado. La intervención temprana para el diagnóstico de la COVID-19, el toque de queda, la prohibición de reuniones, entre otras medidas decretadas para contener la propagación del virus, parecen haber funcionado, según evidencian las cifras de las últimas dos semanas.
Esto a pesar de que se preveía un repunte entre un 20% y 30% de casos positivos a raíz de la III fase de la reactivación económica. Sin embargo, es todo lo contrario, porque los contagios se han estabilizado e incluso hay una tendencia a la baja, señaló Gustavo Rondón, jefe del Comando Covid-19.
De continuar con la misma tendencia, a fin de mes se levantaría la cuarentena en las provincias que aún continúan en aislamiento obligatorio (Camaná, Islay, Caylloma y Castilla), puesto que también ya se han realizado trabajos de implementación en sus nosocomios.
Sin embargo, Rondón recomendó no caer en triunfalismos, ya que es necesario entender la experiencia de lo sucedido en otros lugares, donde el repunte de casos es peor que la primera oleada.
Por ello, señaló que se mantendrá el aforo del transporte público al 50% de su capacidad como medida de prevención.
Además, lamentó la irresponsabilidad de algunas autoridades de la región que criticaron las restricciones establecidas en la ciudad para controlar el comercio informal, que tienen como fin contener el virus covid-19.
Este anuncio se dio tras el mensaje que pronunció el último martes el gobernador regional Élmer Cáceres Llica, respecto al comercio informal de La Victoria, distrito de Lima. «Le pido a los alcaldes de Arequipa que no sean tan abusivos como el alcalde de La Victoria, George Forsyth, que anda tirando palo a los ambulantes».