Bustamante y Rivero. Además del covid-19, hay una pandemia que viene de más atrás y es la violencia contra niños y niñas. Este es un problema que se ha presentado siempre como “una corriente subterránea”, advierte la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Rosario Sasieta.
Uno de los hechos más dolorosos es la violación sexual, y producto de ello, de enero a julio del presente año, 459 niñas y adolescentes se han convertido en madres. En el caso de menores de 14 años, la cifra asciende a 225 hasta agosto.
Según el Sistema de Registro del Certificado de Nacido Vivo en Línea del Ministerio de Salud, en Arequipa fueron nueve las menores de 14 años que dieron a luz este año, y un parto fue en una niña menor de 10 años.
Aunque a la fecha Arequipa es una de las 10 regiones con menos casos de maternidad infantil, la Asociación de Comunicadores Sociales Calandria advierte que existiría un subregistro de nacimientos durante estos meses de cuarentena. En este estado de emergencia, indica, no fueron inscritos más de 150 mil recién nacidos en el país.
Lourdes Sandoval, directora de Calandria, señala que a pesar de la pandemia por el covid-19, hay cosas que no debieron parar, como los servicios de atención primaria. De la misma manera, también se ha descuidado la atención a las niñas y adolescentes víctimas de violación sexual, que tienen derecho a recibir el kit de emergencia para evitar un embarazo o una infección de transmisión sexual.
Durante este periodo de emergencia y confinamiento, advierte Sandoval, se cree que los menores iban a estar más protegidos, pero no fue así. Del 16 de marzo hasta el 30 de junio, cuenta, los Centros de Emergencia Mujer y la Policía han recibido 786 denuncias por violación, de las cuales en unas 600 las víctimas fueron niños, niñas y adolescentes.