Puno. Los pobladores aymaras de las zonas altas de la provincia el Collao-Ilave (Puno) y Tarata (Tacna), ocasionaron destrozos en el sector Villachaullani, donde el Proyecto Especial Tacna (PET) ejecuta la primera etapa de la obra hidráulica Vilavilani II.
Aunque se desconocen detalles, ayer en la tarde, cientos de comuneros sitiaron el campamento y obligaron a los obreros y operarios del PET a huir hacia los cerros.
Tras retirar las cosas de los ambientes, les prendieron fuego en los exteriores y también habrían incendiado algunos vehículos.
Los funcionarios del Gobierno Regional Tacna, exigieron que la Policía y Ejército se traslade a la zona para recuperar el campamento y detener a los dirigentes aymaras. Hasta el cierre de la edición no se produjeron las detenciones.
Un dirigente aymara nos dijo que los desmanes se hicieron porque el Gobierno no cumplió ni les hizo caso cuando acataron medidas de luchas pacíficas. «Se han burlado de nosotros ¿Qué somos? Si el ministro dijo se paraliza, debieron hacer», dijo.
Los dirigentes y autoridades entraron en paro indefinido el último 27 de julio, y amenazaron con tomar acciones radicales si es que las obras que se reanudaron en Villachaullani no se detenían.
Los dirigentes aymaras habían advertido que tenía que cumplirse lo dicho por el ministro de Agricultura, Jorge Montenegro, quien el 13 de julio anunció la suspensión del proyecto Vilavilani II fase I por 45 días. Sin embargo, los trabajos continuaron y el fin de semana pasado, el gerente del PET, Richard Peñaranda, retó a que solo el Poder Judicial podía frenar la obra.