Cercado. Pese a que el último lunes, Jorge Montenegro, ministro de Agricultura, junto a las diferentes autoridades que conforman el Comando COVID-19 de Arequipa, anunció el cese de las actividades económicas públicas y privadas en la ciudad, además del transporte público y el servicio especial de taxi, la mañana de ayer dieron un paso atrás o en todo caso aclararon que la restricción de las labores del sector privado es de forma voluntaria.
Es decir, las entidades privadas de los diferentes rubros que hasta el momento fueron autorizadas por el Ejecutivo, pueden decidir de manera responsable si suspenden o no sus labores, y estas no serán intervenidas, siempre y cuando cumplan con los protocolos sanitarios y permisos correspondientes, informó Víctor Zanabria, jefe de la IX Macro Región Policial.
No obstante, el general de la PNP señaló que la suspensión de sus operaciones es una responsabilidad cívica, moral y un compromiso de salubridad con la población, puesto que de no paralizar sus actividades, el tránsito de personas por servicios que no son indispensables va a continuar, y ello generará que en julio la cifra de contagios en Arequipa se se haya quintuplicado, y como consecuencia también se incrementará la cifra de decesos, debido a que los hospitales están colapsados y ya no hay camas ni suficiente oxígeno para atender a todos.
SERVICIO VEHÍCULAR
En cuanto a la circulación vehícular, Zanabria explicó que los conductores que realicen diferentes actividades económicas podrán circular sin ser intervenidos, siempre y cuando porten el pase vehícular que los acredite como parte de un servicio autorizado, la licencia de conducir y tarjeta de propiedad del vehículo. De lo contrario, estarán sujetos a sanciones económicas, retención de sus documentos y el vehículo será internado en el depósito.