Hoy es el Día del Padre y la gran mayoría de trabajadores independientes, agotaron sus ahorros; otros fueron despedidos y hay quienes están al borde de la quiebra.
Ayer nos detuvimos para hacerle una crónica a don Miguel Callo Mamani (80), un anciano que deambula por las calles de la ciudad de Puno a fin de que alguien se apiade y le regale una limosna.
Ha elaborado un letrero de cartulina, alusivo al Día del Padre. Sus buenos deseos contrastan con su condición.
Hoy enfermo, sin trabajo y sin casa, debería ser acogido por un asilo de ancianos. Un corazón caritativo le cedió un cuarto en el barrio Aziruni, a espaldas del Club del Pueblo en el centro poblado de Salcedo.
Miguel nos contó que es viudo, sus cuatro hijos están fuera «hacen su vida en la selva de Sandia, qué van a venir ahora, no hay carro».
El octogenario lo perdió todo. Considera que su infortunio surgió cuando su expareja le fue infiel, entonces se dedicó al trago y abandonó su trabajo. Ha laborado en Corde Puno -ahora Gobierno Regional Puno-, allí era auxiliar de contador, la decepción amorosa le hizo perder la jubilación.
Ahora se pasa la vida con la caridad de las personas. Suele estar en la avenida El Sol, en el frontis de la Gran Unidad Escolar San Carlos – Primaria.
Él escribió «Feliz Día de papá, rey de la casa…». Esos deseos han de ser para sí mismo. Feliz día Miguel. Del mismo modo, a los padres que pasarán un día para el olvido.