Como se recuerda, Vilavilani es un proyecto del Gobierno Regional de Tacna, que consiste en el trasvase de las aguas del río Ancoaque de la región Puno con fines agrícolas y para consumo humano, pero esto se considera que afectara a la cuenca del río Maure y, a largo plazo, se secarán los bodefales que alimentan a los camélidos del altiplano puneño, que es el sustento económico de los pobladores de la zona Aymara de Puno.
Los pobladores mostraron su descontento, luego de que el pasado lunes en medio de la cuarentena las autoridades del Gobierno Regional de Tacna, dieran inicio a la construcción de la obra hídrica Vilavilani, tras poner la primera piedra en la provincia tacneña de Tarata, cerca de la frontera con Puno.
Esta información fue corroborada por el presidente del Frente de Defensa de los Recursos Naturales del Collao – Puno, Bernabé Ordoñez, quien anunció medidas de fuerza. “Entendemos que Tacna necesita agua, pero el gobernador de Tacna Juan Tonconi debería dar la cara y explicar cómo queda esta situación», quien además enfatizó, que en ningún momento se llegó a un buen acuerdo.
Ante esto el dirigente anuncio que no se quedaran tranquilos y que en los próximos días se reunirá con las autoridades de la provincia collavina para ver qué acciones tomarán.
“No vamos a permitir que hagan las cosas de manera oculta y aprovechándose de la difícil situación de emergencia sanitaria que atraviesa el país.» puntualizó. Puno intentó frenar el proyecto, pero aun no resuelven.