Juliaca. «Los productores de camélidos sudamericanos que vivimos en las zonas más alejadas, por encima de los 4000 msnm. Afrontamos la peor crisis económica, ya que tras el aislamiento social por COVID-19 el precio de fibra está por los suelos», señaló muy preocupado el productor alpaquero de la provincia de Carabaya, Martín Alata.
Explicó que la fibra, es el producto más valorado de los derivados de la alpaca (carne, lana y pieles), no obstante, viene experimentando una tendencia a la baja.
Durante el año 2019, el precio promedio de venta en la región era de S/ 14.00 la libra. Durante la primera semana de marzo 2020 era de S/ 10.00 y cuando empezó el aislamiento social obligatorio no se ha tenido mayor demanda. En este contexto, la desesperación de los productores los ha llevado a regatear su producto a S/ 5.00 la libra.
«La temporada de la fibra de alpaca es entre marzo y junio; sin embargo, actualmente no hay demanda y el mercado es incierto. A ello se suman los altos costos de los medios de transporte que limitan el traslado de la fibra hacia los mercados… las personas que suelen comprar los productos textiles ahora tienen otras prioridades, como el acceso a los alimentos y a las medicinas», según refirió el productor.
Frente a este panorama, dijo que las familias criadoras de camélidos viven en medio de una crisis económica profunda y proponen que la producción de la fibra sea adquirida por el Estado y que luego de ser transformada pueda ser distribuida por los programas sociales, caso contrario la situación se agudizará.
PRONUNCIAMIENTO
Frente a esta situación, los productores de alpaca de la provincia de Carabaya esperan el pronunciamiento del Gobierno Regional de Puno mediante el Proyecto Especial Camélidos Sudamericanos (PECSA), Ministerio de Agricultura y otras instituciones abocadas al sector alpaquero.